EL IDIOMA DEL AMOR

Los cuatro idiomas del amor I



¿Quisieras cambiar algo en él? Conoce su tipo de carácter y el tuyo, y hagan la diferencia entre una vida insatisfactoria o feliz



¿En tu relación amorosa has pasado mucho tiempo tratando de cambiar algunas cosas de tu pareja, y mientras tanto te sientes frustrada por la situación? Pues tú no eres la única. Lo que sucede es que todos los seres humanos nacemos con un carácter determinado y complejo, pero también cambiante y fascinante.


En su libro ‘Los 4 idiomas del amor’, Jenny Nacif, basándose en la psicología contemporánea, asegura que aunque la personalidad no se aprende, sí puedes lograr que en tus actitudes lo positivo sobresalga y lo negativo disminuya. Lo importante es conocer tus fuerzas y debilidades y las de tu pareja, entender qué cosas son difíciles de cambiar y cuáles sí se pueden manejar.

Al identificar la personalidad del ser a quien amas, lograrás entenderlo, apreciarás más sus atributos, minimizarás sus facetas menos deseables y te relacionarás mejor con él.
En este libro la autora asegura que cada ser humano tiene una de las cuatro personalidades que te presentamos brevemente a continuación.


Ninguna es mejor o peor que las demás, simplemente son diferentes. Reconoce la tuya, analizando con cuál te identificas más. Revisa en la segunda parte de este artículo las combinaciones de personalidades en las parejas.

1. Los Dominantes

Son directos, impositivos y trabajadores compulsivos. Los mueve el poder, tener la razón y ser el mejor. Su necesidad básica es el control. Su idioma en el amor son los hechos. En su tiempo libre lo que más desean es la actividad.

Al caminar lo hacen con seguridad; en una reunión no platican con alguien aburrido; a un seminario llegan con actitud retadora; de niños son hiperactivos; en su vestimenta buscan reflejar status y éxito; en su manera de expresarse son directos; para relajarse se ponen a leer; en la oficina son los más activos; en el amor atacan primero cuando escogen pareja.

Sus ventajas como pareja: aman los retos, dan vitalidad y variedad a la relación, y para ellos no hay obstáculos insuperables. Las desventajas: son egocéntricos, explosivos, mandones y a veces manipuladores.

Para mejorar tu comunicación con un Dominante, mantente tranquila, espera a que se tranquilice, ve directo al grano, pregunta y no adivines, halágalo. Para mejorar tu comunicación con los demás, si eres una Dominante, concéntrate, no interrumpas, ten cuidado con lo que dices, sé humilde, evita los chantajes y cuida tu tono.

2. Los Sociales

Confían en los demás, son entusiastas y hasta confianzudos. Los mueve la diversión, la popularidad y la aceptación. Su necesidad básica es la atención. Su idioma en el amor es la unión. En su tiempo libre lo que más desean es ver gente.

Al caminar hablan solos o cantan; en una reunión la gente se aglutina a su alrededor; en un seminario les emociona conocer gente nueva; de niños todo el mundo los adora; en su vestimenta serían felices si el mundo fuera una fiesta de disfraces; al ir de compras son capaces del derroche más irracional; en su manera de expresarse gesticulan todo el tiempo; en la oficina su fuerte son las relaciones públicas; en el romance están enamorados del amor.

Sus ventajas como pareja: son juguetones, divertidos, optimistas, alivianados y efusivos. Las desventajas: son olvidadizos, distraídos, no acaban lo que comienzan, son evasivos y a veces exagerados.

Para mejorar tu comunicación con un Social, sé cálida, personal y paciente, ayúdale a aterrizar, muestra aprecio por su idealismo y su optimismo, comparte su entusiasmo, pídele que apunte lo importante y que no divulgue tus secretos. Para mejorar tu comunicación con los demás, si eres una Social, habla menos y escucha más, sé lo más clara posible, observa la comunicación no verbal, evita exagerar y cuida no hacer monólogos.

3. Los Pacientes

No saben decir “no”, son inexpresivos, evitan la confrontación, para ellos un poco de cariño es suficiente para ser felices. Los mueve la aprobación, servir a los demás y la gentileza. Su necesidad básica es la paz. Su idioma en el amor es “dímelo”. En su tiempo libre lo que más desean es estar en familia.

Al caminar van siempre con calma; en una reunión su presencia es sutil y discreta; en un seminario siempre tienen ganas de aprenderlo todo bien; de niños son cariñosos y tiernos; en su vestimenta son discretos y conservadores; al ir de compras se les dificulta elegir; en su manera de expresarse son calmados y gentiles; para relajarse necesitan estar con su familia; en la oficina nunca se enojan; en el amor son muy dependientes de su pareja.

Sus ventajas como pareja: son pacientes, fáciles de llevar y buenos para escuchar. Las desventajas: son inseguros, desmotivados y muchas veces aburridos. Para mejorar tu comunicación con un Paciente, mantén la tranquilidad, usa un tono amable, sé sensible a sus emociones, dale tiempo para decidir, dale seguridad, usa empatía y atención.

Para mejorar tu comunicación con los demás, si eres una Paciente, expresa tus emociones y valora tus comentarios, sé segura y aprende a decir “no”, y no tomes las cosas demasiado personales.

4. Los Analíticos

Son dedicados, detallistas, confiables y no delegan. Los mueve su propio espacio, la estabilidad, los retos mentales, el reconocimiento y la aprobación. Su necesidad básica es el orden. Su idioma en el amor son los detalles. En su tiempo libre lo que más desean es la privacidad.

Al caminar van directo a su destino; en una reunión observan mucho a los demás; en un seminario ponen atención al currículum del ponente; de niños son muy observadores y ordenados; en su vestimenta son sobrios y elegantes; en su manera de expresarse son reservados y no hablan demasiado; para relajarse les gusta estar solos, leyendo o escuchando música; en la oficina no entablan juegos de poder; en el amor lo más importante para ellos es sentirse apreciados.

Sus ventajas como pareja: son comprometidos y leales, considerados, profundos y espirituales. Las desventajas: son irreales en sus expectativas, perfeccionistas, aprehensivos, tercos y hasta pesimistas.

Para mejorar tu comunicación con un Analítico, sé clara y concreta, sé ordenada y usa las palabras correctas, si no estás de acuerdo pruébaselo, respeta su silencio y dale tiempo para pensar, tómalo en cuenta.

Para mejorar tu comunicación con los demás, siendo una Analítica, habla las cosas al momento, no evites el punto y abre tu caparazón, sé menos literal y escucha con interés.

Espera la segunda parte










POR: NORMA PEREZ

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