Ellos adoran jugar a ser protectores, pero quieren que los mimen cuando están enfermos. Trabajan duro sin quejarse, pero esperan una medalla de oro por sacar la basura.
1. Necesitan saberse y sentirse cuidados
A ellos les gusta cuidar de sus parejas, pero también muchos de ellos sienten necesidad de ser mimados. Si no fuera así, no estaríamos tan acostumbrados a escuchar a las esposas decir: “Es como un bebé cuando se enferma.
2. Necesitan proteger a su familia
A través de la historia de la humanidad, los hombres han tomado el rol de protectores. Hoy en día siguen sintiendo ese impulso, aunque no exista ningún oso de tres metros parado en la puerta al cual alejar; por eso deben encontrar otra forma de ‘salvar’ a la familia. Mujeres felizmente casadas reconocen los diversos intentos que hace su esposo por involucrarse y sentirse reconocido o primordial
3. Necesitan tener acción
Los hombres poseen una necesidad nata de mantenerse activos. Las esposas fácilmente pueden mal interpretar este deseo imperioso de salir de la casa, como si quisieran apartarse de ellas. Pero aquéllas que apoyan esta actitud, tienen muchos beneficios. La actividad física permite a los varones expresar su mundo interno y disminuye su ansiedad.
4. Reconocimiento por sus esfuerzos
Los hombres no sólo procuran obtener el logro, también quieren ser reconocidos. La razón del marido que se queda orgullosamente parado junto a las bolsas del súper que ha cargado desde el coche a la cocina, es para que escuchar de su esposa –ya sea con palabras o con un abrazo—: “Muchas gracias, no hubiera podido traer todas esas cosas sin tu ayuda”.
5. La razón y el control
Como los hombres son tan competitivos, no se van a retirar de una discusión si saben que están en lo correcto. Cuando a un hombre se le mete una idea en la cabeza, se vuelve obsesivo al respecto, y está dispuesto a pelear para que su posición sea aceptada.
6. No pueden expresar sus sentimientos
Muchos hombres no pueden decir “te amo”. Todo inicia en el cerebro. El femenino tiene más células nerviosas (en la mitad izquierda), donde se procesa el lenguaje; esta zona tiene caminos más desarrollados entre los dos hemisferios, que permite integrar la información. Por el contrario, a los hombres se les dificulta tener comunicación con ambos lados para acceder a las emociones y al lenguaje al mismo tiempo. Por esa razón, para muchos es muy difícil pasar las emociones del cerebro a la boca sin que suene forzado o chistoso.
7. La innegable atracción por el sexo femenino
Los hombres aman a las mujeres. Ellos, piensan que son criaturas maravillosas y que le dan color a sus vidas. Por eso, tu feminidad es una fuente de fortaleza e influencia en la relación. Y puedes encantar a tu marido para que apoye tus intereses, apelando al deseo de sentirse conectado con su amada esposa, a quien quiere complacer y pasar el resto de su vida.
POR: LICDA. NORMA PEREZ
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