causas de la eyaculacion precoz

Cuáles son las causas de la eyaculación precoz?


A veces nos preguntan si hay causas orgánicas en su génesis: prácticamente son inexistentes. Podría observarse en algunos casos donde hubiese una alteración neurológica o prostática, pero esto ocurre en un mínimo porcentaje.

En la mayoría es una mezcla de ansiedad mal canalizada, un deficiente aprendizaje o situaciones de conflicto con su pareja. Cuando hablamos de mal aprendizaje nos referimos a que ese individuo no aprendió cómo demorar la eyaculación. En este sentido pueden hacerse muchas analogías con la masturbación. Por ejemplo, vemos aquel que en su adolescencia se masturbaba mirando una revista pornográfica y lo hacía estimulándose sin solución de continuidad hasta eyacular.

También vemos el otro que lo hacía con pequeñas paradas: ojeaba la revista, pero deteniendo la estimulación al pasar la página o bien cuando sentía la llegada del orgasmo. Muchos eyaculadores precoces responden al primer modelo, no saben adentrarse en las sensaciones previas al orgasmo y allí detener la intensidad del bombeo.

El segundo modelo responde al individuo que fue incorporando conductas de autocontrol, aunque fuera de modo inconsciente, las que hoy lleva a la práctica en su vida sexual.
Es interesante detenernos en las reacciones que pueden tener las parejas de quienes no controlan el orgasmo y, como en muchos aspectos relacionados con la sexualidad del eyaculador precoz, dependerá de cada una de ellas.


Hay un tipo de mujer que comprende el problema del compañero, no complicará la situación haciéndolo sentir obligado a cumplir y, en el mejor de los casos, se ofrecerá a acompañarlo a consultar con un especialista.

Pero también existen las mujeres que ponen a sus parejas entre la espada y la pared diciéndoles que no pueden terminar si no es a través de la penetración, lo cual es demoledor para un varón con las limitaciones de un eyaculador precoz o con dificultades erectivas.


¿Cuál es el tratamiento más eficaz?

En ciertos casos es necesario explicarles que si no pueden controlar su ansiedad e impaciencia en el consultorio (algo así como el "cúreme rápido, doctor") tampoco podrán hacerlo en el lecho.


En otros casos, especialmente en ciertas personalidades fóbicas con intensa sensación de angustia o temor, es necesario recetarles medicación antifóbica o ansiolítica, generalmente mientras dure el tratamiento.

Hay médicos que utilizan indiscriminadamente diversos antidepresivos y sedantes, sin saber que, con ciertas dosis y en ciertos pacientes, pueden inhibir el deseo, agravar o generar cuadros de impotencia, problemas prostáticos y urinarios, glaucoma, insomnio y sedación intensa, mareos o ansiedad.

No digo que no se puedan usar y, de hecho, se prescriben en ciertos y precisos casos, pero es recomendable que los indique alguien que conozca lo suficiente de psicofármacos y qué dosis se dan de estos para la eyaculación precoz y así no acarrear más problemas al paciente:

la prescripción de algunos antidepresivos para esta disfunción está en controversia y no del todo avalada en algunos círculos académicos, a pesar de que se usan con profusión. Mi opinión es que son efectivos como coadyuvantes en las Terapias Sexuales ya que su uso aislado crea fracasos terapéuticos o dependencia a la droga.

Se le puede aconsejar que lean libros de divulgación de temas de sexología: creemos que el 1er nivel terapéutico es el de una información tranquilizadora. Incluso hay libros de autoayuda.

Algo que particularmente se debería desaconsejar al eyaculador precoz es la utilización del coitus interruptus, de por sí un pésimo método de control anticonconceptivo, ya que se basa en percibir las sensaciones previas al orgasmo y retirar el pene para eyacular fuera de la vagina.

Como los individuos que lo padecen no tienen un control claro y voluntario de estas señales, la aplicación del coitus interruptus tiene resultados desastrosos: hay peligro de embarazo no deseado y además le aumenta la ansiedad por tener que estar pendiente de la situación en lugar de gozarla



¿La eyaculación precoz tiene buen pronóstico?

La eyaculación precoz librada a su curso natural suele terminar en una impotencia secundaria o en una evitación de los encuentros, aunque muchos piensan, como una manera de negar el problema: "con el tiempo se me va a pasar". Pero lo único que ocurre es que no logra la solución y se agravan los conflictos con las parejas.


La mujer, por su parte, puede elegir entre palmear el hombro de su compañero deprimido y decirle: "no te hagas problemas, no es nada, ya se va a solucionar", mientras él piensa para sí: "¡cómo que no es nada: esto es un desastre!".

En estos casos se apunta a una cura mágica que nunca llegará. Por eso, aunque a primera vista pareciera poco comprensiva, la mejor actitud que puede adoptar una compañera es ponerse firme y convencer a su pareja de consultar a un profesional, dado que la eyaculación precoz es una disfunción fácil de tratar.

Por supuesto que dependerá de cada caso pero, en general, se resuelven con 10 a 12 sesiones terapéuticas. Las llamadas terapias sexuales, que basan su eficacia en combinar técnicas psicoterapéuticas breves, centradas en la resolución del síntoma, con sugerencias específicas (tareas o ejercicios ) a realizar fuera de las sesiones, a veces con el uso de medicación, son altamente eficaces para encontrarle solución a algo que se vive y sufre tan dramáticamente.



Por: Norma Perez Acosta





1 comentarios:

Unknown dijo...

llevaba ya 2 meses buscando soluciones para la eyaculación precoz hasta que un amigo mio me recomendó priligy, al tomarlo luego, luego vi la diferencia y mi pareja lo noto mas, todos los que tengan ese problema, no duden en probarlo pero eso si antes consúltenlo con su medico de cabecera.