La ofrenda
Una posición del Kamasutra en que la emergencia del deseo encuentra una salida rápida y deleitosa. Te sentirás salvajemente cubierta por él
La posición
Una posición del Kamasutra en que la emergencia del deseo encuentra una salida rápida y deleitosa. Te sentirás salvajemente cubierta por él
La posición
Ponte “en cuatro”, es decir, sobre tus rodillas y antebrazos. Él se arrodilla, se acerca por detrás de ti, inclina su torso hacia adelante y te toma por la cintura. Él apoya un pie sobre la cama y tú levantas una pierna por encima de la suya. Su pelvis se pega a tus nalgas, ambos sexos se tocan y su erección busca tu vagina deseosa. Entonces se impulsa para penetrarte por detrás, fuerte y profundamente.
El control
En esta postura primitiva él, poseído por la excitación, realiza la actividad, lleva el ritmo y ejerce el control de la situación. Sin embargo, tú no debes estar a expensas de sus movimientos; lejos de quedarte pasiva, mantente firmemente apoyada para favorecer la cadencia que él imponga. Provócalo empujando tu pelvis hacia atrás, incítalo moviendo tus caderas en círculos, eleva su excitación impulsándote con las piernas, balancéate con fuerza hacia adelante y hacia atrás, siéntete plena facilitando sus embestidas.
Las sensaciones
La penetración es profunda y muy placentera, ya que la entrada y salida del pene en la vagina roza frecuentemente el clítoris. Es una postura con cierto morbo salvaje, un coito extremadamente caliente y explosivo para desfogar su pasión. El efecto envolvente de los músculos de la vagina en el pene dispara el placer mutuo.
Mejora la excitación
Cuando se incremente el ritmo del coito y se agiten apasionadamente, sentirán un mayor calor y excitación en el contacto si él, además de pegar con sus manos tus caderas a su pelvis, acaricia tus muslos, besa tu espalda, desliza sus dedos por tu abdomen, aprieta tus pechos, pellizca tus pezones y estimula tu clítoris con sus dedos. Al mismo tiempo, tú puedes apretar sus nalgas con una mano, arquear levemente la espalda y elevar las caderas para que él pueda penetrarte con más intensidad.
POR: LICDA. NORMA PEREZ
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