DIVERSION EN EL SEXO

Cinco excitantes formas de añadirle diversión al sexo





Sin emoción sexual, tu relación de pareja corre el riesgo de sufrir una infidelidad



Para mantener tu relación de pareja monógama sin monotonía, transforma lo ordinario en extraordinario con algunos divertidos juegos sexuales en los cuales ganen los dos. Sin emoción sexual, tu relación de pareja corre el riesgo de sufrir una aventura fuera del matrimonio.


Después de varios años de convivir intensamente con la misma persona, es normal que se instale entre ustedes la rutina.
Así de fulminante habla la sexóloga y especialista estadounidense en relaciones de pareja Rachel Copelan, respecto a lo que suele suceder con la vida amorosa de las personas, cuando la pasión y el ardor de los primeros tiempos da paso al enfriamiento sexual, cuando el tedio y la rutina van imponiendo distancia emocional.


Compartir su vida con alguien único

Sin embargo este problema tiene solución. Con un poco de imaginación y entusiasmo, ustedes dos pueden volver a sentir la excitación y el fuego más intenso de su vida. Arriésguense a estos “juegos privados“ y reavivarán las llamas.

Vale la pena que hagan este esfuerzo, porque compartir su vida con una pareja única y especial puede llevarlos a la felicidad espiritual. “Acostarse con un extraño resulta absurdo cuando uno tiene lo mejor en su propio hogar”, señala Copelan.

Aprender a ser amantes

Para a la autora de “Cómo mejorar su vida sexual” hay una serie de técnicas prácticas para aprender a ser buenos amantes y evitar la monotonía como pareja. Éstas son sólo cinco excitantes maneras de añadirle diversión al sexo:

• Recuerden la primera vez. Recreen una escena especial para revivir su primera cita, sólo que esta vez se sentirán muy seguros de sí mismos. Vístanse igual o lo más parecido a aquel día. Encuéntrense en el mismo lugar u otro muy parecido. Coqueteen pero no se entreguen el uno al otro demasiado pronto. Sigan simulando hasta llegar a la cama y continúen reviviendo el recuerdo mientras hacen el amor.

• Liberen al niño que llevan dentro. Recuperen la espontaneidad y curiosidad de la infancia. Intercambien recuerdos inocentes de su infancia sobre el sexo y el amor. Comparen los detalles de su primer beso. Pregúntense mutuamente qué les explicaron acerca del sexo, cuál fue la primera imagen erótica que vieron, cuáles eran sus temores, cómo practicaron juegos sexuales en su niñez.

• Jueguen al médico y la enfermera. Si creen que era divertido cuando eran niños, se llevarán una gran sorpresa. Incluso de adultos es mejor porque nadie les dirá “¡detente, eso no está bien!”. Inviertan los roles, sé tú la doctora y deja que él sea el enfermero. Jueguen al paciente y al médico “caliente”. Improvisen el material con instrumentos interesantes, como una lupa y un palito de madera para examinar la garganta.

• Hagan una fiesta sólo para dos. Los invitados son innecesarios. Pero reciban regalos, especialmente “sexuales”. Un pastel con velas les dará a los dos la oportunidad de pedir deseos para que la relación sea aún más estrecha de lo que ha sido hasta ahora. Jueguen con sus juguetes sexuales y recurran al pastel para pelear una batalla que los encienda.

• Hagan el amor en la cocina. Pasen una noche ahí y preparen una comida casera. Mientras la comida se calienta, busquen llegar a una alta temperatura añadiéndole especias, no sólo harán que la comida gane sabor, también estarán condimentando al sexo. Prueben con nuevos ingredientes: unos besos en el cuello, unos pellizcos en las nalgas, unos mordiscos en la espalda… Y después del sexo, relájense y disfruten de su cena.



POR: LICDA. NORMA PEREZ

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